Nacida en La Coruña (España) en 1771 Isabel Zendal fue la primera enfermera de la historia en misión internacional reconocida por la OMS. Se sabe muy poco sobre su vida, ni siquiera la fecha exacta de su muerte, sucedida en México. Es probable que muchos de ustedes ya sepan de qué enfermera hablamos, sobre todo quienes viven en Madrid, pues el nuevo hospital para epidemias, situado en Valdebebas y en plena construcción debido a la pandemia por coronavirus, cuya inauguración está prevista en noviembre 2020, llevará el nombre de esta memorable enfermera.
Sinceramente, me ha encantado escuchar esta noticia. No soy ni mucho menos defensor de Ayuso pero creo que este es un buen gesto para la Enfermería en su año internacional. Año internacional designado a propósito del 200 aniversario del nacimiento de otra enfermera ilustre (la que más galardones se llevó en la historia): Florence Nightingale (FN).
Qué paradójico ¿verdad? Zendal nació medio siglo antes. No digo que una mereciera más que la otra ni la otra más que la una... pero es curioso cómo quedan en el olvido algunos personajes célebres de la historia de la humanidad, mujeres principalmente. Ocurrió todo lo contrario con FN, quien es conocida como madre de la Enfermería moderna. Me parece muy bien, no digo que no, pero del mismo modo IZ (Isabel Zendal) podría haber sido reconocida como madre de la Enfermería de Salud Pública (si es que no lo ha sido aún, que lo desconozco). Injustamente, la historia de esta gran enfermera ha permanecido en silencio durante más de 200 años.
IZ era de padres agricultores pobres (a diferencia de FN). Quizás esa fue una poderosa razón para su no reconocimiento, la desigualdad social. Fue la segunda de nueve hermanos, perdiendo a tres de ellos (uno al nacer y otros dos, gemelos, en su primer año de vida). Además, su madre falleció de viruela cuando Isabel tenía 7 años. A la edad de 20 años (1791) empezó a trabajar en el Hospital de la Caridad de la Coruña, fundado por Teresa Herrera (otra célebre filántropa coruñesa), primero como ayudante y después como rectora en 1800. En 1796 nació su hijo Benito al que crió como madre soltera.
Formó parte de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna o Expedición Balmis (médico militar español de la corte del Rey Carlos IV) para cuidar de 22 niños de entre 3 y 9 años (incluyendo a su propio hijo) de la Casa de Expósitos de La Coruña que viajaron a América y poder llevar la vacuna de la viruela (primera vacuna humana), descubierta por Edward Jenner, a territorios españoles de ultramar. La película titulada "22 ángeles" describe esta historia.
En 1803, se publicó el decreto por el cual se incorporó a Isabel a la expedición: "... sea incorporada en la misma expedición en clase de Enfermera, con el sueldo y ayuda de costa señalada a los Enfermeros, para que cuide durante la navegación de la asistencia y aseo de los Niños que hayan de embarcarse y cese la repugnancia que se experimenta en algunos Padres de fiar sus hijos al cuidado de aquellos, sin el alivio de una Mujer de providad [moralidad, integridad y honradez]..."
La corbeta María Pita partió rumbo a América el 30 de noviembre de 1803 con 37 personas a bordo entre las que se encontraban el propio cirujano Balmis, dos médicos asistentes, dos prácticos y tres enfermeras, además de Zendal. Partieron hacia América pero no sin antes hacer parada obligatoria, como era habitual, en nuestra tierra (la de quien escribe ahora) Santa Cruz de Tenerife. Qué honor para los canarios (también territorio español de ultramar por aquellas fechas obviamente). En la capital de mi isla, ya nombrada, estuvieron un mes vacunando personas contra la viruela, para salir el día 6 de enero de 1804 y llegar a Puerto Rico un mes después.
Sí, ya sé que están pensando que toda esta información la hemos sacado de Wikipedia. Y es cierto. Ningún problema en reconocerlo, todo lo contrario. Sigamos...
Ningún niño, ni tampoco la propia Isabel Zendal (que moriría en Méjico), regresó a España. Dicho en otras palabras...
La misión consiguió que la vacuna llegara a Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España, Filipinas y China, vacunando directamente a unas 250.000 personas.
La viruela, una de las enfermedades más letales de la historia, se declaró erradicada en todo el planeta por la OMS en 1980, después de al menos 3.000 años en los que estuvo presente en el mundo. Es la única enfermedad en humanos que ha logrado ser erradicada y uno de los mayores éxitos de la Salud Pública. Solo en el siglo XX provocó unas 500 millones de muertes, con un 30% de mortalidad. Era causada por un virus transmitido por la inhalación de gotas exhaladas por la nariz o boca de personas contagiadas.
Curiosamente hoy tenemos una nueva infección por un virus, afortunadamente no tan letal, que azota el planeta y ha conmovido a todos sus habitantes durante este año 2020. La Salud Pública vuelve a tener total protagonismo con una imperiosa necesidad de colaboración internacional para afrontar esta pandemia. En tiempos de comunicación total, inmediata, no como en los tiempos de Isabel Zendal. El panorama y el contexto son totalmente distintos, aunque el hecho originario sea el mismo, la infección por un virus. Las enfermeras también tienen total protagonismo, justo en "su año". Las vemos en la tele, las escuchamos en la radio, en los medios y redes sociales en general. Enfermeras de Salud Pública y Comunitaria, de atención primaria y de los grandes hospitales, también las de centros sociosanitarios. Todos estamos ante un reto sin precedentes. Ahora o nunca. Nueva mente.