Homenaje a Francisco Viña, enfermero y poeta canario.
NI HÉROE NI MERCENARIO.
Ciudadano.
Ni rico ni pobre a dedo.
Con derechos solidarios
que no sean papel mojado.
Ni héroes ni mercenarios.
Sí soldados de la paz y el equilibrio
para estar siempre de pie donde seamos necesarios.
Ser del mundo desde aquí
porque aquí es donde estamos.
Ni héroe ni mercenario.
Ni esquirol. Ni vendedor
de mentiras que extorsionan
la convivencia y el trato.
De frente a frente al engaño.
Ciudadano,
aprendiendo a sumar
mientras sumamos
y las cuentas boca arriba
como un turista en verano.
Desde lo agrario a lo urbano.
Ni prepotencia. Ni borregos voluntarios.
Dignidad con los derechos
conquistados que no están
al albur de los dineros ni mercados.
Ciudadanos. Solidarios pero jamás solitarios
sin el cuño que ellos dicen preciso
para clasificarnos de afines
o vigilarnos.
Compromiso con el hombre sin apaños.
Desde debajo del piche
a la tribuna que siempre
han intentado segarnos
y sesgarnos.
Dignidad y compromiso
con los pueblos ninguneados.
Ni héroes ni mercenarios.
Ciudadanos.
Y cada uno en su sitio y en su drago
pero aprendiendo a sumar mientras sumamos.
Que el respetito es bonito
además de solidario y necesario
desde arriba para abajo.
No estamos pidiendo más
desde nuestra maltratada libertad.
Sin cuños para el afín.
Sin abusos manifiestos y palpables
a los que les han votado.
¿Qué prepotencia es un grado
consecuencia del estatus?
No es más que eso, prepotencia
en donde se excluye el diálogo.
Donde al hombre sustituyen
si se opone a ser lacayo y mercenario.
Si se opone a ser mercado.
Y la miseria se expande
como hongos en un charco,
y ellos solo nos vigilan
desde sus sueldos blindados.
Ni héroes ni mercenarios.
Solidarios.
Ciudadanos que no sean
papel mojado.
Ciudadanos empeñados
en sentirse ciudadanos.
Ni héroes ni mercenarios.
Ni papel mojado.
No podemos asumir tantos engaños.
Francisco Viña
Septiembre, 2013