No es fácil tener las historias "al día" pero cuando lo están, es mucho más sencillo trabajar. Y más rápido, claro, pues ganamos tiempo. Historiar bien a un paciente es también dejar constancia clara y suficiente de lo que le sucede en términos de salud y sus cuidados. Registrarlo adecuadamente. Relatarlo. Saber describir la situación. Y no es necesario para ello más tiempo de "escritura" sino un entrenamiento y una sistemática constantes.
El formato y desarrollo de las historias de salud informatizadas han propiciado, durante los últimos años, una acumulación de información que, añadida a la demanda asistencial, provoca que nos encontremos ante un trabajo necesario de "desarme", "deconstrucción", "poda" o, sencillamente, actualización de los datos de historia. Pero, ¡ojo!, el miedo que produce a muchos profesionales este hecho provoca que no ejecuten la tarea y que la información se acumule hasta el punto en que se pierde su objetivo original, informar. El miedo es realmente a borrar "algo importante".
Por aquí decimos siempre que se puede saber si el profesional ha hecho un buen registro cuando otro lee la información y "se entera". Pudiendo hacerse con una imagen clínica evidente para continuar los cuidados y la atención al paciente. Cuando no es así, habrá opciones de mejora en dicho registro de información.
Existen dos conceptos definidos en otros términos pero que nos resultan de utilidad en este discurso: la infoxicación y el síndrome de Diógenes digital. El primero de ellos, la intoxicación, se utilizó para describir la intoxicación mental que produce a una persona el exceso de información cuando busca, por ejemplo en internet, sobre un tema de salud concreto. La falta de capacidad para filtrar la información adecuadamente, provoca un caos cognitivo que precisa de intervenciones oportunas que aclaren y sinteticen los datos reunidos sobre un tema. Muchas de las veces incluso contradictorios. Por otro lado, el síndrome de Diógenes digital es un defecto psicológico que obliga al que lo padece a guardar todo tipo de archivo tecnológico.
Si pensamos por un momento como encontramos muchas de las historias electrónicas, en cuanto a los árboles de problemas y etiquetas estandarizadas de cuidados, podríamos afirmar que existe una alta prevalencia de infoxicación en ellas relacionada con síndrome de Diógenes digital por parte del profesional sanitario que hace el registro. Nada se borra, todo se mantiene... Es gracioso que los pacientes nos dicen no pocas veces: "¡mírelo ahí! ¡que está en la historia! su compañero lo apuntó!" y pensamos: "uff, si supiera dónde lo escribió exactamente..."
Manejar grandes volúmenes de información en las historias de salud informatizadas, manteniendo toda esa información como "activa" es, verdaderamente, un atraso. Tenemos que eliminar la que está desactualizada, la duplicada, la que ofrece dudas y precisa de nuevas valoraciones... siempre dependiendo de cada caso, por supuesto. Lo primero de todo, antes de volver a escribir en historia electrónica, es comenzar por borrar. Porque los resultados serán tan diferentes como un huevo y una castaña.