La última edición de NANDA-I nos trae confusión a los profesionales en relación a estas etiquetas diagnósticas. Tratemos de aclarar. Ya publicamos hace un tiempo una entrada titulada Syndromes, que describía esta tipología diagnóstica y explicaba la propuesta de NANDA-I al respecto. Ahora muchos profesionales me preguntan ¿cuál es la diferencia entre Dolor crónico y Síndrome de dolor crónico? La respuesta, a título práctico-empírico-asistencial, no es fácil. No es fácil porque ambos enunciados hacen referencia a un mismo asunto clínico. Lo que cambia es "su forma", su expresión semántica, su tipología dentro de la taxonomía. El dolor crónico (DC) tiene entre sus características definitorias (CD) la alteración en la habilidad para continuar con los actividades previas. El Síndrome de dolor crónico (SDC) cuenta entre sus CD con posibles equivalentes como deterioro de la movilidad física o fatiga. El DC puede manifestarse también por cambios en el patrón de sueño. El SDC puede manifestarse por insomnio o trastorno del patrón de sueño. La idea es que para la práctica el SDC se utilice cuando la enfermera "piense" que hay otras entidades clínicas, etiquetables como diagnósticos enfermeros, que se derivan del problema de dolor. Entonces se propone el etiquetado sindrómico como "aglutinador" de todas estas cuestiones. Por ejemplo: Síndrome de dolor crónico manifestado por ansiedad, deterioro de la movilidad física, insomnio, temor y deterioro en la regulación del estado de ánimo. Este ejercicio diagnóstico nos "ahorraría", como suele suceder en la práctica asistencial habitualmente, múltiples etiquetas que pueden tener "solución" si se atiende el problema central - dolor - adecuadamente. Por tanto, el ejercicio es relativamente sencillo. Si al plantearnos como hipótesis diagnóstica un problema crónico de dolor observamos que otras cuestiones relacionadas y derivadas podrían también etiquetarse como diagnósticos NANDA, lo recomendable es agrupar el enunciado según la formulación diagnóstica presentada. Es un argumento lógico y probablemente en los próximos años observemos nuevos diagnósticos de síndrome, sobre todo en el área psicosocial. En nuestra obra "El diagnóstico enfermero desde una perspectiva psicosocial" ya hicimos un planteamiento de este tipo para la identificación de problemas en este área.