La prestigiosa revista enfermera Journal of Nursing Scholarship cuenta con un factor de impacto de 3,928 y se sitúa entre las de primer cuartil (Q1) a nivel internacional, siendo exactamente la 7ª revista más importante en el mundo del ámbito de nuestra disciplina.
En dicha publicación acaba de ser aceptado un artículo (23 de marzo de 2023) que describe el resultado de una revisión sistemática con meta-análisis que indaga sobre el impacto del uso de las terminologías enfermeras estandarizadas en los resultados en salud de los pacientes y de las instituciones en las que se emplean.
El título del artículo es Impact of standardized nursing terminologies on patient and organizational outcomes: A systematic review and meta-analysisy ha sido publicado por Bertocchi et al.
En el estudio se incluyeron 53 publicaciones previas, revisadas por pares. Los resultados principales de esta investigación indican que los diagnósticos enfermeros son predictores útiles para la organización (respecto a la duración de la estancia) y los resultados en salud del paciente (en términos de mortalidad y calidad de vida).
No obstante, la certeza de la evidencia sigue siendo baja, por lo que se recomiendan nuevos estudios, con alto rigor metodológico, que permitan incrementar este nivel de certezas. Los autores indican, como aspectos relevantes para la práctica clínica, que los lenguajes estandarizados de cuidados deberían considerarse seriamente dentro de las políticas sanitarias, para mejorar la calidad de los cuidados y la transmisión básica de información respecto a la complejidad de los pacientes. En nuestro entorno, conocemos información a este respecto, describiendo cómo se distribuyen estos descriptores de cuidados, en forma de lenguaje estandarizado, a lo largo y ancho de las historias de salud de pacientes de alta complejidad. El pasado mes de diciembre de 2022, publicamos un paper titulado Nursing diagnosis, planned outcomes and associated interventions with highly complex chronic patients in Primary Care settings: an observational study.
Además, tiempo atrás, también se publicaron las relaciones entre el consumo de recursos sanitarios y los enunciados diagnósticos enfermeros, por parte de Company et al, o un estudio, de Pérez et al, con amplia muestra, que identifica los beneficios en la salud de las personas de emplear un proceso de atención ordenado y sistemático.
Blanco y en botella... quien lo quiera ver que lo vea, y quien no, ciego debe de estar... pero, los diagnósticos enfermeros son una realidad y se configuran como verdaderos descriptores de condiciones que requieren cuidados, asociadas a mayor complejidad, gasto, mórbida-morbimortalidad. A la vez que mejoran la calidad de la información en las historias de salud electrónicas y clarifican la orientación inequívoca de los planes de cuidados de las personas a las que debemos nuestros servicios. Si están bien empleados... claro... pues también aquí existen malas praxis en su comprensión, uso y aplicación. Consejos:
1.- Priorizar con la participación del paciente y/o familia,
2.- Determinar, de esos diagnósticos prioritarios, los indicadores también priorizando los destacables.
3.- Utilizar los campos de observaciones o texto libre para clarificar e individualizar el contenido diagnóstico.
... ¿que cuántos NANDA debo usar...? Siempre me resisto a dar una cifra pero, personalmente y dependerá de cada caso, considero que no es bueno pasarse de 3, 4, 5 etiquetas...
La evidencia está disponible, el uso de los diagnósticos enfermeros y del lenguaje estandarizado de cuidados no puede ser una opción profesional sino una obligación, en pro de mejorar la información, su uso y consecuencias, en forma de buenos resultados en salud, tal y como sugiere el RD 1093/2010 de 3 de septiembre, que aborda el conjunto mínimo de datos de los informes clínicos del Sistema Nacional de Salud español.