Fueron 16 promociones de enfermeras en cuya formación pude participar activamente desde el año 2007 hasta la finalización de este mismo curso. Todo comenzó con la oportunidad que me dieron aquel verano para impartir a los docentes del centro un curso de Actualización en Metodología Enfermera... Se puede decir que aquel "encargo" tuvo bastante que ver con mi "afición" por los lenguajes estandarizados de cuidados. El curso fue en septiembre y justo a continuación me invitaron a colaborar como docente en la asignatura de Enfermería Comunitaria II, en aquel entonces Salud Pública II, perteneciente a la ya desaparecida Diplomatura en Enfermería.
Para mí, fue todo un reto y algo enormemente bonito... Poder compartir con los estudiantes las experiencias, conocimientos, vivencias... el interés por los lenguajes de cuidados y la enfermería comunitaria. Una oportunidad que sin duda creo que no he desaprovechado... Me llevo sobre todo el recuerdo de haber conocido a muchas personas, hoy grandes enfermeros. Algunos fueron antes alumnos, luego residentes de Atención Familiar y Comunitaria e incluso doctorandos. Los vi crecer y madurar. Eso es un lujo.
Ahora los caminos se separan. Por necesidad, no tanto por voluntad. La opción de ser candidato a una plaza de contratado doctor vinculado me priva de la posibilidad de seguir dando clases en la escuela adscrita. Pero hay que elegir y seguro será para bien. En 16 promociones de enfermeras, casi un millar, han sucedido muchas cosas... y todos hemos podido crecer y mantener la ilusión, como el primer día, por seguir tratando de mejorar la docencia de las futuras enfermeras canarias. La docencia y la investigación, por supuesto. Una cosa sin la otra no se entiende. Ese es el chance que nos ofrece la universidad. Por eso apostamos. Tras una también dilatada carrera investigadora (van ya un par de décadas) seguiremos invirtiendo en intentar hacer crecer el conocimiento en cuidados, a la par que impartimos docencia en la titulación de grado, pero también de posgrado, de especialización y de formación continuada en Atención Primaria de Tenerife.
El camino investigador continúa, igual que la senda docente. Aunque ya les digo que se echa mucho de menos la asistencial de la cual tratamos de estar siempre cerca y ser buenos conocedores. No se puede impartir (en mi opinión) buena docencia ni plantear buenos proyectos de investigación si se desconocen las realidades asistenciales. Investigar en cuidados exige dedicación. Y la docencia por supuesto también. No son solo 7 horas al día sino mucho más. Mientras haya ilusión continuaremos. Y sobre todo, mientras haya personas con las que compartir buenos momentos disfrutando de la ciencia del cuidado.
Gracias a la Escuela de Enfermería Ntra. Sra. de la Candelaria y a toda su buena gente que me han apoyado siempre. Hasta pronto.