En el día de hoy hemos tenido, nuevamente, la oportunidad de compartir con un grupo de médicos residentes de atención familiar y comunitaria una sesión formativa de orientación práctica en lenguaje estandarizado de cuidados. Y es que en la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria de La Laguna - Tenerife Norte, éstas sesiones se han convertido ya, desde hace algunas promociones, en parte habitual del programa formativo para médicos residentes de tercer y cuarto año.
En principio, como bien describían ellos mismos, no sabían muy bien de qué íbamos a hablar pero, en cuanto empezamos a comentar sobre patrones funcionales de salud y sus áreas de valoración, necesidades de cuidados empleando taxonomía de NANDA-I, criterios de resultados NOC, e intervenciones NIC... todo iba quedando (¿sorprendentemente?) bastante más claro. Es un placer encontrar capacidad reflexiva, análisis crítico y búsqueda de aplicabilidad de los lenguajes de cuidados al trabajarlos en un grupo de profesionales que no son precisamente las enfermeras.
Me atrevería a decir que el valor informativo y clínico que estos jóvenes médicos y médicas fueron capaces de identificar, comentar y compartir, en apenas dos horas, hizo que ya el encuentro en sí mismo fuera muy productivo. En ningún momento hubo rechazo, como a veces sucede entre enfermeras cuando se habla de estos lenguajes y del proceso de atención, sino más bien apertura de miras, valorando muy positivamente toda la información que pudimos contarles, orientada a la práctica clínica y a través de la herramienta de historia electrónica.
Pudimos hablar siempre con un altísimo interés e implicación por su parte, desde una posición muy distendida y cómoda, mostrando la evidencia conocida que demuestra el valor (incluso en forma de resultados en salud) de utilizar un método estructurado, sistemático y que emplea lenguajes estandarizados de cuidados. También compartimos los resultados de nuestras propias investigaciones y otros proyectos que siguen en marcha y que pivotan sobre el uso de estas taxonomías en su aplicación asistencial.
Una delicia de rato que la verdad debemos agradecerles. Porque no todos nuestros fantasmas están ahí fuera... sino que muchas de las veces pertenecen a nuestro propio mundo interior.