Como un huevo a una castaña. Así puede que se parezcan dos planes de cuidados elaborados por enfermeras diferentes para un mismo paciente. De hecho así sucede la mayoría de las veces. Además la tendencia a etiquetar más que a diagnosticar también se ha implantado entre nosotros en el contexto asistencial. Las herramientas de historia informatizada han generado, en parte, esta tendencia. El sobreetiquetado está presente en las historias de nuestros pacientes. Además un uso estandarizado de los lenguajes, automatizado, cómo decirlo... impersonal.
Las enfermeras, hoy por hoy, están muy acostumbradas a utilizar estos lenguajes de forma habitual pero no le terminamos de encontrar el sentido. El beneficio para el paciente quiero decir. Y esto puede deberse en gran parte al formato de registro. Si le damos una vuelta y le quitamos peso a la tendencia etiquetadora para darle peso al sentido del diagnóstico y de los planes de cuidados podremos contrarrestar este efecto negativo que hemos contado.
Vamos a hacerlo a modo de ejemplo. En estos días hemos trabajado con un grupo de enfermeras de Atención Primaria en Tenerife, en el centro de salud Barrio de la Salud (qué mejor nombre), un caso clínico de un paciente crónico complejo que a continuación describimos. Lo importante no es valorar el acierto clínico en la formulación del plan sino el formato y la comprensión del mismo.
Se trata de una mujer de 81 años de edad que acude habitualmente a controles en consulta de enfermería. En la última visita viene acompañada por sus cuidadoras (no familiares). Padece de insuficiencia cardíaca fibrilación auricular, HTA con miocardiopatía, obesidad grado II, parkinsonismo secundario, incontinencia de orina, insuficiencia venosa periférica, despistes de memoria y pérdida leve de visión. Antecedentes personales: ictus isquémico, alteraciones de válvula aórtica, fractura de húmero, pólipo en cuerdas vocales intervenido en 1995. Antecedentes familiares: padre IAM. Tratamiento farmacológico: atorvastatina, bisoprolol, citalopram, enalapril, levodopa-carbidopa, paracetamol, sintrom, torasemida y absorbentes de incontinencia urinaria. No presenta alergias conocidas. Hábitos: no fuma ni bebe alcohol. Sedentaria. Última toma de signos vitales: TA 140/80 mm de Hg, FC 70 x´, Peso 91,7 Kg, IMC 39. Presenta historia de caídas anteriores, cuando vivía sola. Ahora tiene una cuidadora a tiempo completo excepto los domingos, que está con su familia. Según consta en historia, piel seca y baja ingesta hídrica diaria. Cuenta con prótesis dentaria parcial. En consulta mantiene habla y discurso coherente. Tiene tres hijos y buenas relaciones familiares.
Con esta recogida inicial de datos, trabajamos, como ejercicio con las enfermeras de la zona, su organización por patrones de salud de Gordon, pronunciando la funcionalidad o disfuncionalidad de los mismos. A continuación, mediante tormenta de ideas se propusieron hipótesis diagnósticas que también fueron priorizadas por el grupo. Hasta aquí lo habitual es reflejar en la historia informatizada un plan como el que a continuación se muestra. Con todas las propuestas diagnósticas hacer registro en historia y vincular NOCs, NICs, algunos incluso repetidos. El manejo de estos planes de cuidados es, visiblemente, difícil. Digamos que su operatividad es baja y, por tanto, las enfermeras y otros profesionales, lo perciben como inútil para la práctica. Pero, ¡ojo!, nuestras historias están llenas de planes como este...
Si damos un paso más en la discusión diagnóstica y priorizamos cuáles son realmente los problemas de un paciente como el que nos ocupa, podemos hacer un razonamiento clínico más profundo y llegar a un juicio diagnóstico más certero. Añadiendo las características definitorias, los factores relacionados y los factores de riesgo podemos hacer el plan más personalizado. Justo como debiera ser, individual. En lugar de crecer a lo largo, crece a lo ancho. Gana en su sentido informativo desde el punto de vista clínico. Es operativo, útil y descriptivo de las necesidades de cuidados de esta persona y de las intervenciones planeadas. Centra las actuaciones. Al menos mucho más que un plan como el anterior. Pero juzguen ustedes, y opinen... si su parecido no es como el de un huevo a una castaña.